Ø
LA COORDIANACIÓN MOTRIZ.
Realizar
movimientos finos y gruesos requiere control y dominio de los distintos grupos
musculares que van madurando a lo largo de las etapas trascurridas entre el
nacimiento y los catorce años. Pero, además, los movimientos coordinados precisan un buen control tónico-postural, por
eso, este contenido de la psicomotricidad se ha de considerar separando la actividad
tónica de la actividad de relación.
- Concepto.
La coordinación ofrece la posibilidad de contraer
diferentes grupos musculares de forma independiente, así como de inhibir
movimientos parasitarios, tales como las sincinesias. Por ejemplo, el hecho de
recortar con tijera exige la actuación y el control de varios músculos y, al
mismo tiempo, relajarlos que no han de actuar no participar (como los de la
boca).
La coordinación permite llevar a cabo movimientos que
implican a varios segmentos corporales para efectuar una acción previamente
representada. Un ejemplo de ello es el acto de escribir, para el que se
requiere una buena integración, conocimiento y dominio del esquema corporal.
Por tanto, se puede definir como el trabajo conjunto de
varios músculos o grupos musculares para llevar a cabo un movimiento complejo y
voluntario por parte del sujeto. Expresa la armonía de juegos musculares, que
se manifiesta tanto en reposo como en movimiento y que no madura completamente
hasta catorce o quince años. Una buena coordinación implica adaptar un
movimiento a un objetivo que se trata de conseguir (escribir, recortar, según
unas pautas). La calidad de los movimientos coordinados expresa la madurez y la calidad afectiva e intelectual de una persona, por el contrario,
una mala coordinación dificulta cualquier nivel de actuación y actualidad.
Por último, la coordinación es un proceso que asegura la
combinación de mensajes cerebrales hasta los órganos electores, posibilitando, además, que los
músculos cooperen en la respuesta que se ha de dar.
Las condiciones
que son necesarias para una buena coordinación son las siguientes:
- Un buen
funcionamiento de los sistemas motores (piramidal y extrapiramidal) y del
cerebelo, que organiza la acción coordinada de los músculo, asegura tono
de base y mantiene el equilibrio y las posturas.
- Control vestibular,
gracias a la acción de los canales semicirculares, situados en el
oído interno.
- Control visual
y de la sensibilidad propioceptiva profunda.
- Suficiente
grado de madurez de los mecanismos musculares.
- Tipos de coordinación general.
Para poder establecer las clases de coordinación se
deben tener en cuenta las distintas funciones que desempeñan los músculos y que
permiten efectuar actividades.
Unos músculos se encargan de la actividad muscular
estática o tónica y otros de la actividad muscular cinética o dinámica; por
tanto, la coordinación presenta dos aspectos:
- Actividad
tónica. Coordinación estática. La base está en el tono, que se
manifiesta y sostiene las posturas,
actitudes, gestos y equilibrio. El
recurso más actualizado para trabajarlo
desde la psicomotricidad es la relajación.
- Actividad de relación. Coordinación dinámica.
Comprende estos aspectos:
o Dinámica
corporal o global : marchas, carreras, saltos y otras formas de desplazamiento.
o Dinámica
manual:
a.) Movimientos
de los brazos y manos: dinamismo manual
b.) Movimientos
de dedos: motricidad digital.
c.) Ajuste
o cálculo entre ojo y la mano o el pie: motricidad viso- motora.
o Actividad
tónica. Control tónico postural.
El tono es un contenido
importante de la psicomotricidad, por ser inseparable del esquema corporal.
Prepara los músculos y los vuelve aptos para la acción. Para tomar conciencia
de la propia tonicidad basta con observar el
grado de tensión de los musculos; aumenta en los momentos de excitación,
de angustia y ansiedad, disminuye al relajarse y durante el sueño.
Se puede decir como el
estado permanente de ligera contracción muscular en el cual se encuentran los músculos
estirados. Puede ir desde una contracción exagerada y , por tanto, patológica ( paratonía, catatonía
) hasta una decontracción (hipotonía). Cuando el grado de contracción
es fuerte, se habla de hipertonía y una
tonicidad armoniosamente equilibrada es la eutonía. En cada sujeto la tonicidad
es diferente, ya que varía según la forma de ser y la personalidad de cada uno.
En cuanto a la relación
existente entre el tono y otros aspectos de la psicomotricidad, se ha de
señalar que muchos autores, entre ellos. Wallon, opinan que el tono está en la
base e las actividades motrices y posturales. Por tanto, cabe afirmar que es el
punto de partida de:
o El movimiento. Las conductas motrices no
serían posibles sin un fondo tónico.
o Las
posturas. Las posiciones, las actitudes, los gestos, la mímica en general y el equilibrio
descansan y se apoyan en él. Por eso el tono fija la actitud, prepara el movimiento, sostiene el gesto y mantiene
el equilibrio del cuerpo.
o La
estructuración del esquema corporal. Es el elemento fundamental en la
integración del esquema corporal. Un buen control tónico permitirá sentir el
cuerpo disponible y hará posible el uso correcto de cada uno de sus padres.
Por lo demás, hay una
relación muy estrecha entre el tono, la vida afectiva y la vida de relación.
Por esta razón las tensiones psíquicas
se expresan y manifiestan siempre mediante tensiones musculares y corporales,
en general. Muchas veces los dolores de cabeza, musculares o desarreglos
intestinales son síntomas de tensiones psíquicas. Ya que sobre el tono quedan
marcadas manifestaciones de la personalidad y sus aspectos patológicas.
Para reducir las tensiones
musculares, corporales y psíquicas, se puede utilizar la relajación (un buen
recurso de la psicomotricidad).
Ø
El control postural.
Las posturas están
íntimamente relacionadas con el tono, formado una unidad tónico-postural. Un
buen control de ambos aspectos permite que el cuerpo adopte una posición
determinada, mantenga un gesto y prolongue y realice todo tipo de movimientos.
Las posturas se convierten
en posiciones que se pueden realizar con el cuerpo ( de pie, sentado, tumbado,
de rodillas, en cuclillas…) en gestos, expresados de forma individualizada, con
cada parte del cuerpo( muevo mi cabeza
como yoyo, hago como si comiera un pastel…) o en actitudes que se expresan con todo el cuerpo ( tengo
mucho miedo, estoy paralizado del susto). Se jugará con los niños y las niñas
para que puedan expresar distintas posturas mediante el cuerpo.
Igualmente, manteniendo
una postura puedo trabajar el equilibrio estático (somos espantapájaros, una
estatua, una cigüeña dormida) o desplazarse con ella y ejercitar el equilibrio dinámico (salto y corro como un
canguro, cruzo en el rio pisando sobre las piedras para no mojarme los pies).
Ya se ha comentado que
tanto las posturas como el equilibrio y los movimientos están sostenidos por el
tono; por tanto son inseparables en la educación psicomotriz y sólo desde el
trabajo conjuntado de todos los aspectos se podrá conseguir en el niño la
autonomía del gesto y una correcta adaptación del esquema corporal y espacial.
Por el contrario, cuando
no se logra control tónico postura, pueden aparecer anomalías o perturbaciones
del tono y de las posturas denominadas distonías. Una distonía de actitud muy conocida es tal tortícolis, en
ella el movimiento está fijado y rígido. Cuando la distonía aparece por
desajustes emocionales o afectivos se manifiesta a través de hipotonía y se
denomina distonía neurovegetativa. Se puede dará en cuadros depresivos.
Ø
Evolución de los movimientos coordinados.
En la calidad del movimiento
y en su integración hay que considerar tres factores: la precisión, la rapidez
y la fuerza muscular. El dominio y establecimiento de cada uno de ellos
determina y delimita las tres grandes etapas de la coordinación dinámica. La
etapa de precisión ( de cero a siete años) es la de mayores progresos, y la
única que interesa conocer, porque es la que afecta a los niños de estas edades
de infantil. Pero nos parece importante destacar las siguientes características
de la etapa de rapidez para sabe lo que no se puede exigir en la escuela.
Los rasgos más
representativos de la 1ª etapa de la coordinación señalados por M. Molina Costallat: Psicomotricidad, la
entidad psicomotriz. Losada. 1984 son los siguientes:
El niño ha de ir
integrando precisión en sus movimientos lentamente, y para ello requiere seis
años de su desarrollo; suficiente madurez anatómico-fisiológica, psíquica e intelectual; estimulación, y que no se le
exija rapidez y que se respete su ritmo.
En los primeros años de la etapa, los
movimientos del niño carecen de precisión, lo que no significa incoordinación.
A medida que su sistema nervioso madura, aumenta la precisión y los movimientos
se vuelven seguros y menos vacilantes. Al finalizar la etapa, los movimientos,
hechos a un ritmo normal (sin exigencias de rapidez) adquieren precisión y
seguridad; para ello los grupos musculares
se han ido independizando y ha aumentado su capacidad para inhibir o
relajar los músculos que no entran en acción.
A partir de estos datos, no se debe olvidar lo importante que es respetar al niño desde
la educación psicomotriz y mediante la práctica del movimiento, trabajar la
independencia y disociación de unos segmentos corporales con respecto a otros,
tanto a nivel de coordinación dinámica corporal, como en la dinámica manual.
Por último se ha de tener
en cuenta que la principal característica de los movimientos en la etapa
infantil, si se compara con la etapa siguiente, es la lentitud y que sólo,
respetándola se logra adquirir precisión del gesto que se requiere para
ejecutar un movimiento práxico complicado, como es el caso de la escritura. Por
tanto, se le ha de trabajar lentamente al recortar, al colorear, al trepar, y
ayudar a inhibir la impulsividad en sus tareas escolares.
Con cinco o seis años
crece la capacidad de disociación del movimiento de manos y dedos; mejora
también la flexibilidad de los músculos de la mano y el pequeño puede realizar
con más soltura movimientos simultáneos, lo que le permitirá manejar con más
facilidad papel y lápiz, recortar, colorear, punzar y hacer cualquier actividad
que requiera coordinación óculo-manual, y dinámica manual.
Ø
Educación de la coordinación.
Para establece un programa
de educación de la coordinación, por un lado, se trabajan el tono y las
posturas; por el otro, la actividad de relación o coordinación dinámica :
o
El
tono y las posturas. El tono se trabaja utilizando la relajación
como recurso. Se plantea ejercicios a nivel global y segmentario, usando
métodos y ejercicios variados.
Ejemplo de ejercicio
global: tumbados los niños, se les pone una música relajante y con voz suave,
se les trasmite sosiego y tranquilidad. También, se pueden utilizar otros
recursos (pasarles un balón suavemente).
Ejemplo de ejercicio
segmentario: Inventar un cuento: “Somos un muñeco de trapo” y estamos llenos de
serrín , lentamente vamos vaciando cada parte y nos quedamos flojos y relajados
( de cinco a seis años).
Las posturas están
relacionadas con el tono y se pueden trabajar a la vez ( “somos estatuas ” y
vamos cambiando de posición … “ somos arboles que crecen”…)
o
Coordinación
dinámica global: Se trata de acciones en las que participan
fundamentalmente los miembros inferiores y /o
en simultaneidad con los superiores. Explorar el espacio manejando
diversas formas de desplazamiento: marchas, carreras, arrastre, las diversas
formas de equilibrio dinámico. El
objetivo será siempre un mejor dominio de la actividad corporal.
o
Coordinación
dinámica manual. Son acciones en las que intervienen
movimientos de ambas manos, en colaboración con la vista, estableciéndose una
coordinación viso-manual. Para que el gesto coordinado de ambas manos ejecute
con precisión , es preciso que el ojo efectúe un cálculo, adecuando el tiempo,
regulando la distancia y controlando el movimiento. Al mismo tiempo, se exige
disociación de movimientos.
Cabe distinguir los
siguientes movimientos de coordinación dinámica manual:
1.
Por
la manera de ejecución :
o
Movimientos simultáneos de ambas manos
(tocamos el piano)
o
Movimientos alternativos. Las manos actúan
en sucesión ( tocamos el tambor).
o
Movimientos disociados ( una mano sujeta y otra recorta).
2.
Por el tipo de dinamismo que entra en
juego:
o
Movimientos digitales puros (ensartar).
o
Movimientos de manipulación (bordar,
coser…)
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