domingo, 15 de diciembre de 2013

DÍA 18: LA LATERALIDAD

LA LATERALIDAD

Ø  Concepto.

La lateralidad, igual que el espacio, está íntimamente relacionado, con la estructuración del esquema corporal, por tanto, su formación requiere integración y dominio de las partes del cuerpo.
El proceso de lateralización es lento y requiere madurez neurológica; por esa razón hay que respetar el ritmo y el estilo madurativo del niño en la etapa infantil, de esta manera no se perturbará su educación y espontaneidad.
R. Rigal defiene la lateralidad como el conjunto de predominancias particulares de una u otra de la diferentes partes simétricas del cuerpo, a nivel de las manos, pies, ojos, y oídos; denomina lateralización al proceso de formación y desarrollo de la lateralidad.
Para Tasset, la lateralización consiste en la aprehensión de la idea de derecha e izquierda, conocimiento que debe ser automatizado lo más tempranamente posible, a fin de que el niño pueda orientarse en el espacio.
También se puede definir como el dominio funcional de un lado del cuerpo sobre el otro. Esta idea está relacionada con la estructuración del esquema corporal, pues, el niño, a la vez que va controlando su cuerpo y sintiéndolo disponible, lo va lateralizando.
En cuanto a la formación de la lateralidad, hay varias hipótesis o perspectivas. Son estas:
  • Las posturas neurofisiológicas. Parten de las tesis de Broca que defiende que el predominio funcional de un lado del cuerpo sobre el otro queda determinado, no por la educación, sino por el dominio congénito de un hemisferio cerebral sobre el otro. Se relaciona el dominio hemisférico con la lateralidad de un lado u otro del cuerpo. El predominio del hemisferio izquierdo determina al lado derecho, y al revés, ya que cada lado está dirigido por el hemisferio opuesto, debido al cruce de las vías motoras.
Broca desarrolló esta teoría a partir de un trabajo que realizó con afásicos en el que comprobó que los centros del lenguaje de los diestros se encuentran en el hemisferio izquierdo. Actualmente, esta hipótesis resulta insuficiente.
  • Según las investigaciones filogenéticas, no se sabe con certeza si el origen de la lateralidad es innato o ambiental.
  • Los trabajos genéticos parten de estudios descriptivos de la psicología infantil, y consideran la afirmación de la lateralidad como un proceso gradual de lateralización en el que intervienen :
o    Cierta determinación en el nacimiento.
o    La maduración neurológica.
o    El refuerzo de los efectos de la maduración a partir de la práctica.
                 Esta última teoría parece ser la más completa, ya que Berges, Harrison y               otros han demostrado que en el proceso de lateralización intervienen factores innatos o hereditarios que persisten a pesar de la presión social y educativa, pero,        sin embargo, en muchas personas se encuentran las huellas de la educación.
Ø  Evolución de la lateralidad.

La evolución de la lateralidad se ha analizado fundamentalmente observando el uso de una u otra mano desde los primeros meses de vida. Algunos autores la relacionan incluso con determinadas posturas características del recién nacido.
R. Rigal cita un estudio longitudinal realizado por Gesell sobre el desarrollo de las manualidad en niños con edades comprendidas entre los ocho semanas y los diez años, en el que se resalta que la maduración desempeña  un importante papel en la evolución de la lateralidad, y que las fluctuaciones de los primeros años indican que la lateralidad está condicionada por el ambiente.
En el primer año, niños con edades comprendidas entre ocho semanas y los diez años, un importante papel en la evolución de la lateralidad, y que las fluctuaciones de los primeros años indican que la lateralidad está condicionada por el ambiente.
En el primer año, niños que serán diestros manipulan los objetos con la izquierda o utilizan las dos manos.
Entre los dieciocho y los treinta y seis meses aparecen periodos de empleo de una u otra mano.
A partir de los cuatro años parece que la mano dominante es la más usada en algunos casos. Ajuriaguerra señala que es en estas edades cuando se establece, casi de forma definitiva, la lateralidad. Otros autores la sitúan de forma definitiva, la lateralidad. Otros autores la sitúan a los cinco años. Entre los seis y los siete años, el niño adquieren las nociones de derecha- izquierda  en sí mismo y entre los ocho y los nueve años sabe señalar la derecha y la izquierda en los demás. A partir de esta edad, es capaz de indicar la derecha y la izquierda  en niñas o niños colocados frente a  él.
García Núñez defiende que la formación de la lateralidad atraviesa tres fase:
1.    Fase de indefinición o indiferenciaciación ( de cero a dos años). La lateralidad no está definida.
2.    Fase de alternancia (de dos a cuatro años). Alterna la utilización de la mano derecha y la izquierda.
3.    Fase de automatización ( de cuatro a siete años). Poco a poco automatiza los gestos y actividades que realizará con su mano dominante.

Ø  Clases de lateralidad.

 Siguiendo a la mayoría de autores coinciden en distinguir :
o    Lateralidad de utilización. Se comprueba observando qué mano utiliza el niño al realizar actividades sociales o comunes. ¿Con que mano come?.
o    Lateralidad espontanea o gestual. Si se observa al pequeño cuando hace gestos espontáneos, se sabrá con qué mano recoge la pelota que se le tira, o con que pie chuta el balón. Este tipo de lateralidad sería neurológica.
Generalmente coinciden las dos clase de lateralidad, pero no siempre es así, es el caso de trastornos en los aprendizajes escolares. Es indispensable que el niño automatice la lateralidad, pues con ello está sentando las bases de una buena orientación espacial y podrá ubicarse de forma segura en el mundo que lo rodea.
La educación de la lateralidad en la educación infantil es inseparable de la educación del esquema corporal García Núñez señala que en estas edades hay que estimular la actividad en ambas partes del cuerpo y en ambas manos, a fin de ayudar al niño a optar por la mano preferente.

En primer lugar hay que ayudarle a percibir su cuerpo dividido por un eje corporal, a tomar conciencia de que hay partes dobles. Posteriormente, irá , afianzando su parte más hábil. Se tendrá especial cuidado con los niños zurdos para que se sientan a gusto con su cuerpo y automaticen correctamente los movimientos básicos. Durante la etapa infantil serán necesarios referencias para distinguir una mano de la otra ( colores , lazos ) porque los pequeños aun no tienen automatizada la lateralidad.

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