LA LATERALIDAD
Ø
Concepto.
La lateralidad, igual que
el espacio, está íntimamente relacionado, con la estructuración del esquema
corporal, por tanto, su formación requiere integración y dominio de las partes
del cuerpo.
El proceso de lateralización
es lento y requiere madurez neurológica; por esa razón hay que respetar el
ritmo y el estilo madurativo del niño en la etapa infantil, de esta manera no
se perturbará su educación y espontaneidad.
R. Rigal defiene la
lateralidad como el conjunto de predominancias particulares de una u otra de la
diferentes partes simétricas del cuerpo, a nivel de las manos, pies, ojos, y
oídos; denomina lateralización al proceso de formación y desarrollo de la
lateralidad.
Para Tasset, la
lateralización consiste en la aprehensión de la idea de derecha e izquierda,
conocimiento que debe ser automatizado lo más tempranamente posible, a fin de
que el niño pueda orientarse en el espacio.
También se puede definir
como el dominio funcional de un lado del cuerpo sobre el otro. Esta idea está
relacionada con la estructuración del esquema corporal, pues, el niño, a la vez
que va controlando su cuerpo y sintiéndolo disponible, lo va lateralizando.
En cuanto a la formación
de la lateralidad, hay varias hipótesis o perspectivas. Son estas:
- Las posturas
neurofisiológicas. Parten de las tesis de Broca que defiende que el
predominio funcional de un lado del cuerpo sobre el otro queda determinado,
no por la educación, sino por el dominio congénito de un hemisferio
cerebral sobre el otro. Se relaciona el dominio hemisférico con la
lateralidad de un lado u otro del cuerpo. El predominio del hemisferio
izquierdo determina al lado derecho, y al revés, ya que cada lado está
dirigido por el hemisferio opuesto, debido al cruce de las vías motoras.
Broca desarrolló esta
teoría a partir de un trabajo que realizó con afásicos en el que comprobó que
los centros del lenguaje de los diestros se encuentran en el hemisferio
izquierdo. Actualmente, esta hipótesis resulta insuficiente.
- Según las
investigaciones filogenéticas, no se sabe con certeza si el origen de la
lateralidad es innato o ambiental.
- Los trabajos
genéticos parten de estudios descriptivos de la psicología infantil, y
consideran la afirmación de la lateralidad como un proceso gradual de
lateralización en el que intervienen :
o
Cierta determinación en el nacimiento.
o
La maduración neurológica.
o
El refuerzo de los efectos de la maduración
a partir de la práctica.
Esta última
teoría parece ser la más completa, ya que Berges, Harrison y otros han demostrado que en el
proceso de lateralización intervienen factores innatos
o hereditarios que persisten a pesar de la presión social y educativa, pero, sin embargo, en muchas personas se
encuentran las huellas de la educación.
Ø Evolución
de la lateralidad.
La evolución de la
lateralidad se ha analizado fundamentalmente observando el uso de una u otra
mano desde los primeros meses de vida. Algunos autores la relacionan incluso
con determinadas posturas características del recién nacido.
R. Rigal cita un estudio
longitudinal realizado por Gesell sobre el desarrollo de las manualidad en
niños con edades comprendidas entre los ocho semanas y los diez años, en el que
se resalta que la maduración desempeña
un importante papel en la evolución de la lateralidad, y que las
fluctuaciones de los primeros años indican que la lateralidad está condicionada
por el ambiente.
En el primer año, niños
con edades comprendidas entre ocho semanas y los diez años, un importante papel
en la evolución de la lateralidad, y que las fluctuaciones de los primeros años
indican que la lateralidad está condicionada por el ambiente.
En el primer año, niños
que serán diestros manipulan los objetos con la izquierda o utilizan las dos
manos.
Entre los dieciocho y los
treinta y seis meses aparecen periodos de empleo de una u otra mano.
A partir de los cuatro
años parece que la mano dominante es la más usada en algunos casos.
Ajuriaguerra señala que es en estas edades cuando se establece, casi de forma
definitiva, la lateralidad. Otros autores la sitúan de forma definitiva, la
lateralidad. Otros autores la sitúan a los cinco años. Entre los seis y los
siete años, el niño adquieren las nociones de derecha- izquierda en sí mismo y entre los ocho y los nueve años
sabe señalar la derecha y la izquierda en los demás. A partir de esta edad, es
capaz de indicar la derecha y la izquierda
en niñas o niños colocados frente a
él.
García Núñez defiende que
la formación de la lateralidad atraviesa tres fase:
1.
Fase de indefinición o indiferenciaciación
( de cero a dos años). La lateralidad no está definida.
2.
Fase de alternancia (de dos a cuatro años).
Alterna la utilización de la mano derecha y la izquierda.
3.
Fase de automatización ( de cuatro a siete
años). Poco a poco automatiza los gestos y actividades que realizará con su
mano dominante.
Ø Clases de lateralidad.
Siguiendo a la mayoría de
autores coinciden en distinguir :
o
Lateralidad
de utilización. Se comprueba observando qué mano utiliza
el niño al realizar actividades sociales o comunes. ¿Con que mano come?.
o
Lateralidad
espontanea o gestual. Si se observa al pequeño cuando hace
gestos espontáneos, se sabrá con qué mano recoge la pelota que se le tira, o
con que pie chuta el balón. Este tipo de lateralidad sería neurológica.
Generalmente coinciden las
dos clase de lateralidad, pero no siempre es así, es el caso de trastornos en
los aprendizajes escolares. Es indispensable que el niño automatice la
lateralidad, pues con ello está sentando las bases de una buena orientación
espacial y podrá ubicarse de forma segura en el mundo que lo rodea.
La educación de la
lateralidad en la educación infantil es inseparable de la educación del esquema
corporal García Núñez señala que en estas edades hay que estimular la actividad
en ambas partes del cuerpo y en ambas manos, a fin de ayudar al niño a optar
por la mano preferente.
En primer lugar hay que
ayudarle a percibir su cuerpo dividido por un eje corporal, a tomar conciencia
de que hay partes dobles. Posteriormente, irá , afianzando su parte más hábil.
Se tendrá especial cuidado con los niños zurdos para que se sientan a gusto con
su cuerpo y automaticen correctamente los movimientos básicos. Durante la etapa
infantil serán necesarios referencias para distinguir una mano de la otra (
colores , lazos ) porque los pequeños aun no tienen automatizada la
lateralidad.
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